Para aquellas personas que no estén especialmente familiarizadas con los procesos judiciales, contratar un procurador de los tribunales en Torrelavega puede carecer de sentido, por ello aclararemos las diferencias entre abogados y procuradores, para conocer las ventajas de contar con sus servicios.
Por un lado, un abogado se corresponde con aquella persona que está licenciada o doctorada en la especialidad de derecho y que ejerce profesionalmente de ello en la defensa de las partes y dirección de casos de consejo y asesoramiento jurídicos. Por otro lado, un procurador es un profesional del derecho que ejerce la función procesal de cada parte ante tribunales y juzgados.
Esto viene a decir que el abogado es aquel que se encarga de la defensa del cliente mientras que el procurador de los tribunales en Torrelavega representa a la parte en cuestión y entrega la documentación y notificaciones necesarias en el juzgado.
El abogado se centra en asesorar al cliente en cuanto a la temática jurídica y legal, así como en dirigir la estrategia de defensa del mismo. Sin embargo, el procurador recibe las comunicaciones del juzgado y se las entrega al abogado, además de recoger los documentos del abogado y entregarlas en el juzgado.
En definitiva, un procurador cumple la función de agilizar las actuaciones judiciales para que el cliente termine su caso lo antes posible. En suma, este procurador asegura el derecho a la defensa en todo el proceso jurídico, ya que la firma de este equivaldrá a la firma de la parte que representa.
En todo caso, debido a que la figura del procurador es obligatoria en la mayoría de los procesos judiciales, en Arguiñarena Martínez, Federico te ofrecemos un servicio profesional de alta cualificación y con una amplia experiencia en el sector para lograr el mayor éxito en sus asuntos jurídicos.